Fábrica de flores
Las flores nos hacen felices. Y muchas flores nos hacen incluso más felices. Los bulbos de verano son auténticas alegrÍas con sus innumerables flores perfumadas y coloridas. Un bulbo o tubérculo de verano es en realidad un almacén subterráneo y una fábrica de flores a la vez. En el bulbo se encuentra todo lo necesario para que salga la flor en el momento exacto. Necesitan un par de semanas antes de brotar sus hojas y sus flores, por lo que hay que plantarlos temprano, en primavera. Lo único que necesitan es un poco de amor y el lugar perfecto para crecer.
La popular dalia
Los bulbos de verano vienen en todo tipo de formas, colores y tamaños. El más conocido es la dalia, que en los últimos años ha ganado en popularidad. Eso se debe a sus muchas formas y colores, pero también porque las dalias tienen una floración larga. Las dalias siguen dando flores sin cesar hasta las primeras heladas. Te va encantar saber que tú mismo puedes conseguir que den más flores. Al cortar las flores viejas, la planta recibe una señal para volver a crear un botón floral, lo que significa una multitud de flores y momentos alegres.
Azucenas tropicales
Las azucenas son auténticas esmeraldas del jardÍn y muchas de ellas vuelven a florecer el año siguiente. Con sus flores tropicales con sépalos de colores vivos o suaves, otorgan un ambiente de vacaciones al jardÍn. El tamaño de las flores varÍa: unas tan pequeñas como la mano de un niño y otras más grandes que una pelota de fútbol. Están disponibles en todo tipo de colores y combinaciones de color, con o sin perfume. Las azucenas asiáticas apenas tienen perfume y las azucenas orientales desprenden ese aroma tan tÍpico y anhelado de la flor. También hay azucenas gigantes que pueden llegar a medir 2,5 metros de alto, perfecto para crear diferencias de altura en el jardÍn.
Biodiversidad
Además de las famosas dalias y azucenas, también hay otras especies diferentes de bulbos de verano que alegrarán tu jardÍn, como los gladiolos con su forma de espada, los cálices de las calas (Zantedeschia), las florecientes begonias, las frondosas flores de piña (Eucomis), las fervientes crocosmias (Montbretia), las encantadoras fresias y la estival caña de indias (Canna). Con una combinación de diferentes bulbos de verano en el jardÍn, conseguirás un mar de flores del que disfrutaran muchas mariposas y abejas. Los zumbidos y aleteos son la guinda del pastel, ya que estás indirectamente cuidando a los insectos.
Plantación
Los bulbos y tubérculos de verano hay que plantarlos cuando ya no haya riesgo de que hiele por la noche. Eso suele ser a partir de finales de abril y en el mes de mayo. Una excepción es la azucena. Los bulbos de azucena pueden plantarse antes, ya que no son tan susceptibles a las heladas. Los bulbos de verano pueden comprarse en tiendas y negocios online semanas antes de la temporada de plantación. Eso suele ser a partir de febrero, lo que te da la oportunidad de traerlos a casa a tiempo y no perderte tus favoritos. Puedes almacenar tranquilamente los bulbos de verano en un lugar seco, fresco y oscuro en el periodo entre su compra y su plantación.