Fiesta
Los bulbos de primavera son, con sus colores resplandecientes, auténticas joyas en el jardÍn. Mientras el jardÍn se despierta, aportan un tono alegre que nos hace feliz. Es un ritual de primavera que se celebra todos los años y al que esperamos ansiosa e inconscientemente. Pero este ritual no es solo una fiesta para nosotros. Para los insectos, es una ceremonia indispensable.
Escasez
Los insectos, como las abejas y las mariposas, necesitan néctar y polen para sobrevivir, pero a principios de primavera no hay casi. Esto se debe a que hay pocas plantas que florezcan entre la vegetación escasa. Pero, ¿sabÍas que hay bulbos de floración temprana que, en comparación con otras plantas de jardÍn, producen mucho néctar y polen?
Solución
Debido a la escasez de néctar y polen, las especies y poblaciones de insectos están disminuyendo. Si todo el mundo que tenga jardÍn, terraza o balcón pone manos a la obra, juntos contribuiremos a contrarrestar esta disminución. Por eso, participa tú también plantando bulbos de primavera para que haya más flores para estos bichitos tan importantes.
Combustible
A partir de enero, gracias a los bulbos de floración temprana, ya hay néctar y polen. ¿Quieres saber qué bulbos alimentan a insectos y, de esa forma, mejorar la biodiversidad? Hemos preparado una lista con los 10 mejores:
1. Anémona (Anemone blanda)
La anémona florece en marzo y abril, y da flores delicadas de color azul-violeta. Este bulbo ofrece principalmente polen a abejas silvestres y abejas melÍferas.
2. Jacinto de uva (Muscari)
El jacinto de uva es adorado por las abejas. Su polen gris es apreciado por abejorros, abejas silvestres, abejas melÍferas y mariposas.
3. Croco (Crocus)
Los crocos ayudan a la biodiversidad gracias a que sus flores abiertas hace que sea fácil para abejas y mariposas acceder a su néctar y polen.
4. Narciso (Narcissus)
A los insectos con lenguas largas les encanta el néctar y el polen de los narcisos. ¿SabÍas que los narcisos son la flor favorita de las avispas icneumónidas y las moscas taquÍnidas?
5. Ipheion (Ipheion)
El ipheion tiene flores estrelladas de color rosa suave, lila, azul o blanco, y atrae a muchas especies distintas de insectos.
6. Ajo ornamental (Allium)
Gracias a su forma redonda, muchos insectos pueden alimentarse de esta flor a la vez. Por eso, esta flor siempre está repleta de visitantes.
7. Campanilla de invierno (Galanthus)
Las serenas campanillas de invierno dan mucho néctar y polen a abejas silvestres, abejas melÍferas y mariposas tempranas entre diciembre y abril.
8. Gloria de la nieve (Chionodoxa)
La gloria de la nieve florece a principios de primavera, y es un suministro de polen y néctar para diferentes insectos.
9. Acónito de invierno (Eranthis)
El acónito de invierno es uno de los tubérculos de floración más temprana. A los abejorros les encanta tomar de su alfombra de alegres flores amarillas y abiertas.
10. Campanilla de verano (Leucojum aestivum)
La poca conocida campanilla de verano —aunque bastante popular entre los insectos— crece bien en lugares húmedos como en los bordes de las acequias y de los estanques.
Detalle interesante
- La cantidad de néctar que una planta produce fluctúa durante el dÍa dependiendo de la cantidad de humedad y sol que haya.
- Los tres polinizadores más importantes son las abejas silvestres, las moscas y las mariposas.
- La escasez de néctar y polen y, por tanto, de insectos, tiene un efecto en la cadena alimentaria: hay menos alimentos para aves y pequeños mamÍferos.
- El néctar es un lÍquido viscoso y rico en azúcares como la glucosa, la fructosa y la sacarosa. Las plantas secretan esta sustancia por los nectarios.
- El polen viene de las células germinativas macho de la flor y sale de los estambres.
- A partir de febrero, muchas mariposas se despiertan de su hibernación. Las mariposas buscan lugares soleados para entrar en calor y colocar sus huevos.
- Las abejas y las moscas se despiertan a temperaturas de entre 6 y 7 grados centÍgrados. Una vez despiertas, se van a la búsqueda de alimentos para sus larvas.
- Para conseguir un kilo de polen, una abeja tiene que llenar sus paneles entre 50.000 y 100.000 veces.