Poner los pies en la tierra
¿SabÍas que la jardinerÍa es un ejercicio de concentración? Ves, hueles, sientes, oyes y pruebas el jardÍn, y eso te afecta. Una conexión con el jardÍn, como si fuera parte de ti. Al poner literalmente los pies en la tierra, y las manos también, te pones en contacto con tu «yo» más verdadero. Esto te ayudará a vivir con más atención y de manera más consciente. Plantar bulbos de flor es como un recordatorio de lo que vive en tu interior.
Hormona del estrés
La ciencia ha demostrado que la gente que hace jardinerÍa tiene los mismos patrones de ondas cerebrales como la gente que reza o medita. Y la cantidad de la hormona del estrés, cortisol, también se reduce cuando cambias tu teléfono, tableta o juego de ordenador por una pala y un rastrillo. ¿Quieres menos estrés? Pon todos los aparatos digitales de lado y zambúllete en el jardÍn con bulbos de flor.
Reflejo
Pero, ¿cómo funciona exactamente el meditar? Mientras estás trabajando en el jardÍn con una tranquilidad relajante, surgen metáforas que funcionan como un espejo para tu propia vida. Gracias a este reflejo, las preguntas con las que estás lidiando se vuelven claras en tu mente. Durante el silencio de la plantación de los bulbos de flor, surgirán conocimientos de por sÍ. La atención se desplaza desde tu cabeza hacia el resto de tu cuerpo y te acercas más al aquÍ y ahora.
A trabajar
Al considerar la plantación de bulbos de flor como una manera de meditar, te concentrarás en la mutabilidad de la vida. Te mantendrás ocupado con lo que plantas, cuidas y cosechas. Aprovecha al máximo los últimos momentos de la temporada de jardinerÍa y plántalos este otoño. El trabajo repetitivo crea un espacio en tu mente y te aporta energÍa. Elige cuidadosamente los bulbos de flor, plántalos de manera equilibrada y cuida de ellos como te cuidarÍas a ti mismo. AsÍ, te recompensarás con flores preciosas en primavera.