Tipos
Los bulbos de flor se dividen en tres grupos diferentes según su frecuencia de floración (es decir, si florecen todos los años o no):
– bulbos anuales
– bulbos perennes
– bulbos naturalizados
Estos tres grupos pueden utilizarse de distintas maneras en el jardín.
h2>Utilización en plantaciones anuales
Este suele ser el caso cuando se utilizan los bulbos de flor para obtener un efecto de bloque de color, como arriates de floración secuencial con crocos y tulipanes, grandes manchas de Muscari, o largas cintas de narcisos de copa grande. Para conseguir este efecto se utilizan sobre todo bulbos de flor de colores vivos (rojo, amarillo, azul).
Utilización en plantaciones permanentes
Es lo que llamamos “floración perenne”, es decir, cuando los bulbos de primavera quedan en el suelo después de la floración y se les deja marchitar de forma natural para que vuelvan a crecer y florecer en la temporada siguiente. Los bulbos de floración primaveral utilizados de esta manera siguen por tanto el mismo ciclo que las plantas perennes. En su mayoría, estos bulbos de floración primaveral forman parte de una plantación perenne establecida, como puede ser un parterre de plantas perennes, arbustos o rosas. Los bulbos de floración primaveral apropiados para la floración perenne son, sobre todo, determinadas variedades de narcisos, tulipanes y jacintos, y un grupo de plantas bulbosas especiales. En esta situación resulta esencial compaginar a la perfección tanto los colores de los bulbos entre sí, como los colores de los bulbos y los de las plantas perennes.
Los bulbos de flor apropiados para naturalizar van un poco más allá que los bulbos de floración plurianual. Los bulbos naturalizados también se quedan en tierra después de la floración y vuelven a crecer todos los años, pero además tienen la ventaja añadida de propagarse y extenderse naturalmente, siempre que se planten en las condiciones ideales de luz y ventilación. Los bulbos naturalizados pueden utilizarse solos, como las campanillas de las nieves o los crocos en césped o en praderas herbosas; y también pueden formar parte de una plantación establecida, por ejemplo en parterres con plantas rastreras bajo árboles y arbustos. Los narcisos, las escilas y las campanillas blancas son algunos de los bulbos naturalizados que pueden utilizarse en estos casos.