Resguardarse
En otoño nos invade un gran impulso para encontrar consuelo en nuestro hogar. Esto es mucho más fácil si hay un ambiente cálido y acogedor con el que te podrás resguardar totalmente del mundo exterior. Las amarilis son plantas que crean ambiente de manera natural y fascinante con su crecimiento mágico y sus flores grandiosas.
Sorprendente
El bulbo de amarilis es, ante todo, todo un espectáculo de ver debido a su aspecto grandioso que nos llena de emoción. En este caso, no juzgues un libro por su portada… Ya que, cuando este glorioso bulbo empieza a crecer, te quedarás patidifuso de su tallo que no deja de crecer. El tallo culmina al final con una hermosa flor.
Radiante
El nombre amarilis viene del griego antiguo «amarusso», que significa «yo brillo». ¡Muy apropiado, la verdad! Hay más de setenta tipos diferentes. El color más conocido es el rojo, pero también las hay en blanco, naranja, rosa y crema. Algunas tienen flores supergrandes; las otras, finas y elegantes. Pero la transformación de bulbo a flor en cada una de ellas es maravillosa.
Cuidados
¿Quieres disfrutar de tu amarilis el mayor tiempo posible? Lee los siguientes consejos:
- Antes de que el bulbo de amarilis comience a crecer, hay que despertarlo. Para ello, coloca el bulbo en un recipiente con agua templada; asÍ conseguirás que empiece a echar raÍces.
- Puedes plantar los bulbos de amarilis en una maceta con tierra, suelto en un cuenco o colocarlo en agua.
- A los amarilis les gusta el calor: una temperatura ambiente de entre 20 y 24 grados es perfecta.
- Asegúrate de que reciben suficiente luz. Si no hay suficiente luz, los tallos crecen demasiado altos y necesitan un soporte.
Importante saber
- Las amarilis están más disponibles entre noviembre y abril.
- Pueden crecer entre cuatro y seis flores enormes en un solo tallo. Cuanto más grande el bulbo de flor, más flores.
- El nombre oficial de las amarilis es Hippeastrum.