Los bulbos de verano encajan perfectamente en los arcenes. Con sus largos periodos de floración y sus vibrantes colores, dan un impulso de calidad a las ciudades verdes. Para crear arcenes frondosos y coloridos, se entremezclan diferentes especies de bulbo de verano o se combinan con otras plantas. Con los arcenes así de coloridos, los transeúntes quedarán pasmados al verlo. Además, estos ayudan también a mejorar la biodiversidad.
Imanes de abejas y mariposas
Uno de los tubérculos más comprados es la Dalia. Con la impresionante gama de colores y formas de la que luce sus flores, la dalia merece un lugar en los arcenes. Las variedades de hoja oscura también son ideales. Las flores simples y semidobles de la dalia son muy codiciadas por las abejas y mariposas gracias a su abundante cantidad de néctar y polen. Las dalias siguen dando flores hasta las primeras heladas.
Vainas
La crocosmia (antiguamente llamada Montbretia) es un bulbo de verano cada vez más popular. No solo es una planta melífera excelente y fácil de naturalizar, sino que también tiene un periodo de floración largo. Las flores, en forma de trompeta de color naranja intenso, rojo o amarillo, crecen en delicadas espigas. Por eso, con sus colores llamativos, encajan bien en frondosos arcenes. Tras su floración, sus vainas forman un bello adorno. Combínalas con otros bulbos de verano, así como con plantas perennes como la Verbena bonariensis (verbena alta) y la Kniphofia (tritoma).
Agradable a la vista
Otros de los mejores bulbos de verano melíferos que proliferan en arcenes son las liátrides (Liatris spicata), las anémonas (Anemone coronaria), los iris de Holanda (Iris hollandica), los gladiolos enanos (Gladiolus nanus) y el gladiolo de Abisinia (Gladiolus callianthus «Murielae»). Son toda una atracción para la vista y aportan alimento variado a insectos durante mucho tiempo.
Información práctica
- A excepción de las dalias, todos los bulbos nombrados anteriormente son perennes: vuelven a florecer cada año.
- Se pueden plantar después de las heladas hasta finales de mayo.
- Existen mezclas paisajísticas ya preparadas, pero también se pueden personalizar.
- La regla de oro para plantar en césped (existen máquinas de plantación especiales para ello) es 200 bulbos por m2 y, en combinación con plantas perennes, 60 por m2.